martes, 31 de enero de 2012

Cinefilia o la resurección del VHS

Ante el súbito fracaso de los sitios de Internet que pasan películas gratis y fácil, y luego de dos noches de intentos vanos por cargar una película en la compu desde las cinco de la tarde, tuvimos que recurrir a otras formas de ver cine. Y fue así que mi marido sugirió ver una película que teníamos guardada en el cuarto de la herramientas (el mismo donde hace un mes apareció una rata).
Como los detalles importan, paso a describir la escena:
Desde el fondo del departamento llegó mi marido con el VHS en la mano. El mismo estaba cerrado, nuevo, con su envoltura plástica intacta, y un sticker pegado en la tapa que decía "LIRA 31.999 ". Lo sostuve bastante tiempo pensando cómo era posible que hubiéramos guardado una película sin verla desde hacía más de diez años.
Resulta que lo habíamos comprado en Italia en 1998 junto con otras que sí vimos y nos habían decepcionado. La pobre película corrió una suerte pésima por la fama de sus compañeras.
Y fue así que la vimos, con defectos de tracking por momentos, con los colores lavados, y con el volumen alto por lo defectuoso del sonido viejo, y  !SIN SUBTITULOS!
El film es una rareza de esas que se producían a montones en Italia, bastante mala en cuanto a lo formal, pero con la brillante actuación de Massimo Troisi, el recordado actor de Il postino, haciendo de napolitano paralítico psicosomático. Me reí a carcajadas entrecortadas como en las películas de Nanni Moretti, y redescubrí mi amor por la lengua italiana, que estaba tan olvidado como este VHS.

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