sábado, 11 de mayo de 2013

Vida y obra/Guillermo Grillo



 La filmografía de Guillermo Grillo es mucho más extensa de lo que se conoce públicamente.
Su primer cortometraje lo filmó a los 11 años en Súper 8 con una cámara que había por ahí y toda la colaboración de su madre, sus hermanos y locaciones muy interesantes también provenientes del entorno familiar. Durante varios años el jovencísimo Guillermo Grillo fue aprendiendo el arte de la narración a través del montaje, ya que también en su hogar y con una moviolita, compaginaba sus propias aventuras. Porque siendo casi un niño, lo que se proponía era divertirse, para divertir luego a los espectadores.
Aún no había entrado a la secundaria cuando ya tenía varios personajes en su haber, todos fantásticos, todos ridículos.
Y ahí comienza a aparecer algo que luego iría desarrollando con el conocimiento y la experiencia: la comedia con toques fantásticos.
A los 17 filma un cortometraje que se sale por completo de estas bases, un alegato antibélico. 

http://www.youtube.com/watch?v=WMRKaOjLOgU

Ese corto se llamó “El día que olvidaron las ideas” y con ese título tan borgeano, el ya no tan niño Guillermo Grillo cautivó al público de E.E.U.U al ganar el primer premio en un festival de Los Angeles.
Aquel fue el inicio de una carrera con varios premios pero que todavía no había encontrado del todo su eje narrativo.
Fue a los 24 años cuando al filmar “Bar de mala muerte” Grillo comienza a fortalecer lo fantástico atravesado por la comedia, o viceversa, sumado a un estudio del “otro”, del alter ego, del personaje que se desdobla de alguna manera, evidente o sugerida.
Veamos.
En “Bar del mala muerte” encontramos a un absurdo Beethoven (magistralmente interpretado por Ulises Dumont) que desaliñado y perturbado se enfrenta a un joven insolente y desfachatado (Mozart) que le cuestiona su obra. En medio de una discusión devenida pelea, aparece un niño a imponer orden (J. S. Bacht) y se los lleva a un estado de ensueño, podría decirse. Y al final, la cereza del postre, aparece Gardel, el mismísimo Morocho del Abasto cantando a capela “Volver”. Una trama demasiado solemne, parecería, que sin embargo está dotada de una picardía y desparpajo pocas veces vista en un cortometraje y donde todos los personajes son fantásticos, porque ninguno está representado siguiendo lineamientos históricos o reales, en especial Carlos Gardel, a quien se lo representa de viejo, cuando el cantante falleció siendo muy joven.

https://vimeo.com/60577992



Y al tiempo Grillo filma “El paseo de Maltecci” otro cortometraje, pero esta vez se mete con la literatura clásica, policial, negra, detectivesca, con humor más sutil, donde el protagonista (un escritor) decide salir en busca de una historia de la que termina siendo el propio personaje principal. 
De manual, aunque muy bien resuelta, el relato ahonda en el tema de uno mismo y el que se desea ser, en la historia dentro de otra historia. Y es su mejor cortometraje hasta el momento.

http://www.youtube.com/watch?v=DC4rlNJ3sOM


Llegó “Fantasma de Buenos Aires” otro título borgeano, y acá ya se mete a fondo con el alter ego, ese sujeto igual pero diferente, ese complemento que a veces es más necesario que uno mismo. 


En este film, el tímido protagonista se enfrenta a un corajudo fantasma del pasado que se une a él, y así Grillo sigue profundizando, quizás sin proponérselo, en la teoría del otro. Pero también sigue probando con la comedia, con eso que le sale tan bien, que es ni más ni menos que hacer reír.

https://vimeo.com/15493699


Actualmente circula en Internet, su segundo y esperado largometraje “La noche del chihuahua” donde combina varios elementos de toda su filmografía, quizás con la intención de despedirse de algunos.



Acá hay comedia desde el inicio y hasta el final, hay personajes fantásticos, hay narración clásica, hay referencias y citas intertextuales que muy pocos comprenden, y hay sueños dentro de sueños. Sin querer profundizar demasiado en esta película, porque recién se estrenó y no quiero arruinarles la hora de diversión a nadie, me atrevo a seguir con mi análisis y decir que los dos personajes principales son el alter ego uno del otro, y que el sujeto en apuros (por el mismo problema que lo define) va a ser siempre un “otro”, esta vez gracias a una transformación visible, es decir, acá Grillo se juega y va por todo.

http://www.lanochedelchihuahua.com/

De ser cierto su tercer largometraje, el guionista y director estaría poniendo una pausa a lo fantástico, para dedicarse exclusivamente a la comedia, algo en lo que ya está muy sólido y cómodo, un género donde se mueve como pez en al agua, y en el que el público se muestra, insólitamente, agradecido. Como cuando era chico, y luego de pegar sus celuloides con cinta scocht perforada, armaba el proyector  Súper 8 y reunía a toda la familia para robarles carcajadas. 
Estamos entonces, frente a la mutación de aquel tímido niño de pelo lacio y ojazos curiosos en un narrador maduro y formado, en alguien que fue buscando durante toda su vida esos trucos o recursos que pueden hacer que alguien se emocione, porque la risa tan menospreciada por la crítica intelectual, no es ni más ni menos que eso, una emoción. 
Y la más difícil de lograr, pero no para alguien como Guillermo Grillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario